Salinas. Las construcciones ilegales que se desarrollaron en la zona de mangle de la Reserva Nacional de Investigación Estuarina Bahía de Jobos, localizados en este municipio costero, provocaron que el agua que se acumuló por las fuertes lluvias e inundaciones costeras ocasionadas por el huracán Fiona permanecieran por varios días empozadas en la comunidad Las Mareas, denunció una de sus líderes comunitarias, Jacquline Vázquez.
Según detalló, Fiona provocó que se uniera “en el área de Las Mareas el Mar Blanco con el Mar Negro en la número 1 final, en la calle número 9 y en la calle 11 igual. Aquí en este mismo medio, frente al centro comunal, todas las aguas pluviales se quedaron estancadas, no pudieron salir. Pues, ya usted sabe, desgraciadamente, por la tala de manglar y por las construcciones ilegales”.
Añadió que “nos quitaron el manglar y ahora al agua entra mucho más. Y, desgraciadamente, ahora no sale. Ahora se queda aquí en la comunidad estancada”.
Dijo que el agua se quedó empozada por “dos o tres días” en la zona del parque, centro comunal y escuela comunitaria. De hecho, mostró un tablón que dejaron ubicados en la puerta del centro comunal para aludir a que allí el agua alcanzó cerca de un pie y medio.
La mujer explicó que la situación se ha agravado, en comparación a lo sucedido con el huracán María, debido a que la ubicación de ‘campers’ y residencias se ha extendido hacia otra zona que la comunidad conoce como Los Salitrales. Esto provoca que todas las áreas por donde el agua podía salir estuviese impactada, ya que más manglares se han eliminado. Comentó que este impacto ha sucedido en los pasados meses, luego de que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) comenzara el proceso de desalojar a los supuestos invasores de la reserva natural.
Las Mareas, según contó es una comunidad que se formó hace 100 años por trabajadores que se dedicaban a sacar sal, la caña o pescadores. Aceptó que son una comunidad de pobres.
El 21 de marzo pasado, a raíz de una denuncia de la representante Mariana Nogales, se dio a conocer que al final de dicha comunidad, en la reserva natural, habían llegado unos presuntos invasores.
La legisladora precisó que la zona protegida fue desforestada, se rellenó el mangle y se construyeron ilegalmente casas de playa. Por tal razón, clamó al exsecretario del DRNA, Rafael Machargo, que interviniera.
La denuncia provocó investigaciones legislativas y la movilización del DRNA para lograr sacar a los presuntos invasores. Específicamente, la agencia acudió a los tribunales, donde reclamaron el desalojo de la zona y que se ordene la remoción inmediata de toda construcción removible y bienes muebles, entre otras cosas.
El portavoz de prensa de la agencia, Aniel Bigio, indicó que el caso judicial se encuentra en la etapa de descubrimiento de pruebas.
Por su parte, el representante Luis “Narmito” Ortiz Lugo, quien investigó la construcción ilegal en la zona, alegó que, luego de que LUMA Energy y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados les quitó el acceso a los servicios de luz y agua, se removieron la mayoría de los ‘campers’.
“La realidad es que yo no he ido para allá abajo. Si te digo otra cosa, te digo una mentira”, soltó.
Vázquez, sin embargo, alegó que en la actualidad hay más edificaciones que antes.
“Eso se ha llenado más. Eso es buche y pluma no más. Eso es mentira, eso se ha llenado más. Pero vuelvo y le digo, vuelvo y le digo y recalco, no les echo culpa, porque el que tiene su billete y quiere hacer una inversión la hace. El que se hace de la vista larga, que es el gobierno de Puerto Rico y todas sus agencias que lo siguen, esos son los que están mal”, afirmó la líder comunitaria.
De hecho, reveló que más manglares se han afectado en los pasados meses, en la zona conocida como Los Salitrales. Primera Hora acudió a la zona, ubicada por el área de la calle 8, y vio que ya se construyó una casa y hay varios ‘campers’ ubicados allí. Mientras, en la zona de la reserva natural se podían observar construcciones de cemento en curso, lanchas y zonas de acampar acondicionadas.
Vázquez comentó que ni cuando la zona ganó la atención pública a raíz de la denuncia de Nogales ni en la actualidad las agencias de gobierno acuden a asistir a la comunidad. Dijo que nadie apareció tras el huracán Fiona. Señaló que entre los mismos vecinos se ayudaron. De hecho, en el centro comunal se ha tornado en un centro de acopio para ayudar a las familias afectadas y a otras comunidades de Salinas.
“Aquí trabajamos todos los días y no cobramos un centavo. Aquel que cobra un sueldo, un salario, verdad, que el gobierno le paga, que haga su trabajo. Y estoy hablando de todos, de todos en Recursos Naturales”, afirmó la líder comunitaria.
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